Teherán al rescate

30/May/2011

Aurora, Jonathan Spyer

Teherán al rescate

29/05/2011 ORIENTE MEDIO
Asad en dificultades Autor: Jonahtan Spyer
¿Si usted fuera el régimen iraní, y Bashar Asad estaría en dificultades, no trataría de ayudarlo?
Comienzan a aparecer evidencias del rol activo de Irán auxiliando a Siria en la represión de las protestas. Informes de la oposición siria sugieren la presencia iraní en algunas partes de Siria, y el suministro de entrenamiento y equipos de Teherán para ayudar a reprimir las manifestaciones. Estos reportes están circulando desde marzo. A mediados de abril, el Wall Street Journal citó, por primera vez, a oficiales estadounidenses, cuyos nombres fueron mantenidos en reserva, apuntando también que Irán está asistiendo a reprimir las protestas. A los pocos días, el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, confirmó estas denuncias, puntualizando la “preocupación real” de Estados Unidos por el papel que estaba jugando la República Islámica.
El sitio de oposición iraní, la Voz Verde de la Libertad, cita “fuentes oficiales” que hablan de un encuentro que habría tenido lugar en Damasco, a mediados de abril, entre oficiales sirios y el brigadier general iraní Ahmad Reza Rada. Radan, es un alto comandante de la policía, a quien generalmente se le atribuye el éxito en la represión de las protestas provocadas por el presunto fraude electoral en los comicios presidenciales de 2009, en Irán.
Sin embargo, un ex diplomático iraní señaló a Los Angeles Times que dudaba si el encuentro realmente ocurrió. El ex diplomático sugiere que Radan es demasiado “notorio y reconocible” para que la República Islámica se arriesgue con su presencia en Damasco. No obstante, consideró probable que Irán estuviera ofreciendo algún tipo de asistencia a su aliado. La fuente sugiere que la secreta Fuerza Quds, de la Guardia Revolucionaria, es el organismo que más probabilidades tiene de estar metido en esto.
La naturaleza exacta del apoyo de Irán difiere según la fuente. Entre los opositores sirios, hay rumores persistentes de que hay algunos iraníes entre los francotiradores, que han provocado terribles bajas entre los manifestantes, en las últimas semanas.
Otros sugieren que las autoridad sirias han aprendidos de sus amigos iraníes métodos menos letales y más efectivos. Así, se dice que la reciente ola de arrestos masivos de activistas, es similar a las detenciones masivas durante las protestas de 2009 en Irán. Aparentemente, en ambos casos, las autoridades descubrieron que las misteriosas desapariciones de manifestantes, que reaparecieron posteriormente -algunas veces tras haber sido torturados- demuestran ser un efectivo método de intimidación.
Las últimas denuncias sobre la participación iraní en Siria provienen de la red Al Jazeera, el bastión habitual de apoyo a los regímenes anti-occidentales de la región.Una de sus empleadas, la periodista iraní-canadiense-norteamericana Dorothy Parvez, estuvo encarcelada en Irán y luego de algunos días fue liberada, tras haber sido detenida en el aeropuerto de Damasco.
Todas las evidencias ofrecidas hasta el momento, son circunstanciales. Hasta ahora, no hay pruebas decisivas. Pero la evidencia circunstancial está acumulándose, y la variedad de fuentes apunta a una cierta existencia. Sin embargo, hay un examen adicional que puede aplicarse a las denuncias: la prueba de la probabilidad. ¿Si usted fuera el régimen iraní, y Bashar Asad estuviera en problemas, no trataría de ayudarlo?
La alianza estratégica entre Siria e Irán es profunda, y existen todas las razones para pensar que los iraníes quieren que se mantenga. La cooperación militar sirio-iraní es intensa y está formalizada (una tratado de cooperación fue firmado en 1998). Siria le ofrece a Irán presencia sobre el Mediterráneo. Damasco es un canal fundamental entre Teherán y su cliente Hezbollah, en el Líbano. Es también el principal receptor de armas y asistencia de Irán. E Irán suele ser fiel a sus aliados.
Hay además otro motivo importante: La llamada primavera árabe, hasta ahora ha visto la caída de dos regímenes pro-occidentales –el de Zine El Abine Bin Ali en Túnez, y el de Hosni Mubarak en Egipto.
La acción independiente saudita y de los países del Golfo en Bahrein indica que la confianza de los países de la región en su patrón estadounidense está por el piso.
El principal proceso estratégico que está en marcha en el Oriente Medio es el conflicto por la hegemonía entre Irán y sus aliados, por un lado, y Estados Unidos y sus clientes, por el otro.
La supervivencia del régimen sirio sería una brillante propaganda regional para Irán, que a diferencia de Estados Unidos, hará todo lo que pueda para impedir que sus amigos sean derrocados. El mensaje a los líderes regionales es: usted debe unirse al bloque islámico/iraní si quiere sobrevivir.
La victoria en Siria podría ser una fuente potencial adicional de propaganda triunfal para Irán y sus aliados. Se ha señalado en la región, y fuera de ella, que la condena de Occidente a Siria ha sido extremadamente tibia. En contraste con el tratamiento proporcionado a los aliados occidentales (Egipto, Túnez) o a las rarezas no alineadas (Libia). Existe la percepción creciente que el factor que interviene en la protección de Siria, la diferencia entre Asad y aquellos desafortunados, es su alianza con el brutal “eje de la resistencia”. Lo que le confiere a Damasco un poder disuasivo.
Asad y sus aliados en Irán y el Líbano carecen de todo talento en la esfera del desarrollo económico y social.
Sin embargo, una de las áreas en las que son verdaderamente jugadores de primera liga, es en el empleo de fuerzas paramilitares.
En el Líbano, los territorios palestinos, Irak y más allá, Siria e Irán poseen clientes bien armados, dispuestos ser activados. EE.UU. quiere disminuir su presencia en la región en los próximos años. Quiere salir de Irak y Afganistán. Acometer contra Siria, aliado de Irán, podría tener un efecto muy grave sobre estos planes. El temor a las posibles consecuencias es lo que mantiene a Siria seguro.
A Damasco no le faltan recursos, y esto Occidente lo sabe. Cuando el corrupto socio del régimen Rami Makhlouf le dijo a los lectores del The New York Times “si sufrimos, no vamos a sufrir solos”, había un mensaje profundo en sus palabras.
Por supuesto, el problema de doblegarse ante este tipo de amenazas es que hace que usted se vea débil. Y los que le amenazan exitosamente (Irán y Siria) se vean fuertes. Todavía no es demasiado tarde para que EE.UU. y la UE lo impidan.
Empezando por un impulso activo a favor de la caída de Assad y la adopción de sanciones adecuadas sería un buen comienzo. Esto, sin embargo, requeriría un cambio completo en la manera de pensar la región, algo que aún no muestra signos de que vaya a suceder.
El autor es investigador principal del Centro de Gloria, IDC Herzliya